El caballo criollo argentino es un animal que forma parte de su cultura, está íntimamente ligado a las historias y vivencias de los gauchos y sus características mejoran con los siglos, llevando a esta especie a ser considerada la mejor raza de caballos del mundo entero. Vemos como la gente que sabe mucho de apuestas a caballos y LosTerminos de Apuestas de Caballos suele confiar en estos caballos sabiendo que son unos perfectos ganadores.

Su origen está atada a los conquistadores españoles pero, en las pampas y con una vida salvaje que los unió a los nativos, este caballo se convirtió en un animal más fuerte que sus pares europeos, desarrollando también una resistencia increíble, lo que le hizo idóneo para muchas actividades en el campo. 

Existen variantes, pero el caballo criollo argentino es el mejor caballo

Si entendemos que muchos de estos caballos se adaptaron a la vida salvaje, lo que llevó a que mejoraran notablemente sus características, también podemos entender que no solo en Argentina se establecieron. En Brasil o Perú podemos encontrar interesantes variantes del caballo criollo, pero ninguna es tan fuerte y los animales no son tan robustos como en Argentina. 

Sin embargo, la resistencia y un tiempo de vida mucho mayor que la de los equinos europeos de donde provienen es una constante en todas las variantes de este caballo en Sudamérica. 

El intento de “ligar” este caballo con algunos purasangre y otras especies, particularmente de tierras inglesas, en la búsqueda de un ejemplar perfecto para las carreras, amenazó con la extinción de la especie, al traer demasiados ejemplares, lo que era un cruce se iba convirtiendo en una imposición de una especie sobre la otra, pero los esfuerzos de diversas organizaciones lograron mantener a salvo la existencia del caballo criollo. 

Resistencia épica

La resistencia de estos caballos es tal, que conocer algunas anécdotas puede dar la impresión de estar ante algún cuento o historia novelada. Un jinete suizo comprobó esta resistencia cabalgando hasta durante más de 15.000 kilómetros. Se entiende que con los descansos necesarios, pero abarcar toda esa distancia es algo que necesariamente debe afectar a cualquier caballo, más el caballo criollo cruzó esa distancia sin problema. 

Su uso para tareas del campo también es conocido, con una capacidad y fuerza extraordinaria, estos caballos también resultaron fáciles de dominar y educar para trabajar para las personas en distintas regiones de Argentina. 

Su fisionomía es fácil de identificar. A diferencia de algunas especies más grandes, el caballo criollo argentino no suele pasar de media tonelada, esto y el metro y medio de altura que viene a ser su tope de tamaño, implica que su cuerpo es musculoso, lo que en las personas llamaríamos “definido” y en efecto, los caballos criollos tienen un tamaño óptimo, contando con el desarrollo muscular que le acompaña, este les ayuda no tanto en velocidad pero sí en resistencia, así como en la fuerza para tirar de pesadas cargas. 

Este es el mismo caballo que en llanos venezolanos o colombianos se conoce como caballo llanero y, aparte de su resistencia en viajes, demostró su valentía al ser la montura de miles de soldados combatientes de estos países de Suramérica en su lucha por la independencia.